Soy María, tengo 48 años y FELIZ de reconocerme como mamá Lesbiana.

Tienen razón, no les hemos contado nuestra historia.

Primero mi historia...Soy Maria, tengo 48 años y FELIZ de reconocerme como mamá Lesbiana.

Por razones de seguridad evitaré entrar en detalles, pero si les puedo contar que ambas estuvimos casadas en algún momento por "amor", bueno, lo que creíamos que era amor.

Yo soy María, estoy a dos años de festejar mis primeros 50, chilanga, amante de la música y de los idiomas.

TODA MI VIDA supe que lo mío, lo mío eran las mujeres. Tuve varias parejas, todas clandestinas. Mi madre "sabía, intuía" mi preferencia y se encargó de mantenerme lejos de las tentaciones.

"LESBIANA por naturaleza, BUGA por SOBREVIVENCIA" era mi frase emblemática.

Finalmente conocí a un europeo con quien "existía la posibilidad de ser felíz". Mi madre aprovechando la visita de los padres del susodicho "organizó una boda express".

Tuve una hija maravillosa hace casi ya 13 años y es ella quien me ha mantenido ocupada en mente y alma, lo suficiente como para no volverme loca en casa.

Una de mis parejas clandestinas, quien por fortuna con el tiempo se convirtió en una de mis mejores amigas, tiene dos niñas de la edad de la mía. A principios del año pasado les comentó que ella y yo habíamos sido pareja y ellas se encargaron de comentárselo a mi hija... fue así que se enteró. Hubiera preferido que fuera diferente, de otra forma, pero así sucedió...Lloró y evidentemente me reclamó que no haya sido yo quien le haya informado. Desde entonces he intentado contarle lo necesario, lo que ella pregunta y responderle directamente pero con mucho tacto. Sabe que LA AMO y se lo hago patente en cada momento, razón por lo que supongo su autoestima y su seguridad en sobre el lugar que ocupa en mi vida y yo en la de ella ha permitido que hable, platique y recurra a mi Chinita cada vez que ella misma lo necesita. Se llevan de maravilla... contarse chistes es su mayor placer.

Su problema fue y es "que su papá se queda solo", siendo extranjero no tiene ni familia, ni amigos en México, bueno, no muchos.

Eso me ha pegado mucho a mi también, porque mi falta de coherencia entre mi vida y mis sentimientos, mi cobardía propiciaron esta situación. El es un tipazo, workaholic, no es bebedor, no fuma, baila y cocina que da gusto... PERO... no lo amo y él lo sabe y aunque tiene idea de el porqué la separación y próximo divorcio, no se ha atravido a preguntarme sabiendo de antemano cuál será la respuesta.

Sobre mi Chinita no seré yo quien les platique, será ella misma, sólo les puedo decir que la historia tiene puntos en común, sobre todo la primera parte.