Desde niñ@s vivimos con el miedo a un Dios CASTIGADOR, que CONDENA y DESPRECIA a quienes no siguen SUS preceptos, que dicho sea de paso, están plasmados en escritos hechos por humanos...pero bueno. Nos educan en el TEMOR a DIOS... Y yo pregunto entonces; ¿no es Dios AMOR?, ¿no es acaso, infinita su misericordia?, no imagino a Dios (a quien por cierto nos lo pintan de género masculino) a ese Dios que protegía y defendía a los marginados (léase prostitutas, pobres, discapacitados, por nombrar algunos) mandando al infierno a quienes somos víctimas de la discriminación incluso y sobre todo en nuestras propias familias sólo por ser diferentes. ¿Qué ironía no?...tu familia se entera que eres lesbiana y te retira su apoyo, te ignora, te echa de su lado porque la religión dice que esas cosas son del DIABLO. Pero además, te dice: "O dejas a "esa" y vuelves a ser tú o si no, que Dios te ayude"... a lo que yo cuestionaría entonces: ¿y no será acaso que Dios los puso en mi camino para que me ayuden a sobrellevar esta lucha por alcanzar un respeto, hacer valer mi dignidad como hija de Dios?, como SU HIJA, HERMANA, etc...lesbiana o no, morena o no, bajita o no...SU HIJA, el mismo Dios los eligió como mi familia y soy el resultado de todos sus esfuerzos por educarme y formarme. Cómo puede el prejuicio superar al AMOR? no será acaso que entonces no hay tanto AMOR sino más bien predomina el EGOÍSMO y la INJUSTICIA, la falta de CARIDAD (virtud TEOLOGAL que junto con la Esperanza y la FE son la piedra angular de la religión católica). ¿Qué no se tendría que practicar la CARIDAD con tus propios hijos?. No que hay que "AMAR HASTA QUE DUELA"? y qué tal que ese dolor que sientes porque no aceptas que tienes una hija lesbiana es precisamente lo que te exige TU RELIGIÓN? ...AMAR es igual a ACCIÓN, acción en PRO y siempre en BENEFICIO del OTRO antes que del mío propio.
Es una realidad dolorosa, sin embargo, lo que no mata nos hace más fuertes. Todo este proceso de salir del clóset, sentir el rechazo, la indefensión, la exclusión, el desprecio incluso, tiene un efecto enriquecedor si considero que finalmente SOY YO quien VIVE en plenitud y no a la sombra de una máscara, de una apariencia y en la falsedad sólo por seguir LA NORMA, por dar gusto a OTROS que se autonombran DIOS.
Amo a mi familia (la de origen y mi actual familia), he aprendido a caminar con la frente en alto, orgullosa de la transición hacia la vida, pero sobre todo, asumiendo mi realidad, incluyendo el entorno agresivo y homófobo. La vida no es justa, pero no por eso deja de ser BELLA y ofrecernos momentos invaluables de felicidad y bienestar.
Nena,
ResponderEliminar¡Te admiro! tanto como ¡TE AMOOOOOOO!
Tu mujer